La externalización de la Gestión Punto de Venta (GPV) es una estrategia a la que cada vez más empresas están recurriendo para reducir costes y aumentar la eficiencia de sus operaciones. Sin embargo, externalizar la GPV no está exenta de riesgos.
Pero que no cunda el pánico. En este artículo, te ofrecemos 4 estrategias para que puedas mitigar estos riesgos y obtener todos los beneficios de la externalización, sin poner en peligro la calidad y la confidencialidad de tus procesos de negocio.
Riesgos de externalizar la GPV
Empecemos por el principio. ¿Cuáles son exactamente los riesgos de externalizar la GPV? Te los contamos:
- Control diversificado: Al externalizar la GPV, las empresas no ejercen todo el control directo sobre sus procesos de venta y atención al cliente. y esto, sobre todo en una etapa inicial, puede generar algo de incertidumbre.
- Dependencia de terceros: La externalización implica confiar en un proveedor externo para gestionar algunos aspectos clave del negocio. Es importante tener esto muy presente.
- Más atención en la calidad: Al depositar algunas responsabilidades en un proveedor, será necesario estar más atentos que nunca a que se cumplan los estándares de calidad establecidos. Resulta esencial estar seguros de que la empresa no se vea afectada negativamente en términos de reputación y resultados financieros.
- Atención con la confidencialidad: Al compartir información con terceros, existe el riesgo de que se filtren algunos datos sobre la empresa. Es importante prestar atención a esta parte.
4 estrategias para mitigar los riesgos de la externalización de tu GPV
Con el objetivo de minimizar estos riesgos, resulta fundamental implementar ciertas estrategias y medidas de control.
Te damos las 4 estrategias que te pueden permitir mitigar los riesgos de la externalización de tu GPV:
1. Elige bien el proveedor
No dudes en realizar una investigación exhaustiva y una selección cuidadosa del proveedor. Asegúrate de investigar su experiencia y reputación y busca referencias y casos de éxito para asegurarte de que tienen un historial comprobado en la gestión eficaz del GPV.
2. Establece un acuerdo claro
Tómate tu tiempo para definir un contrato detallado que especifique claramente las responsabilidades y expectativas de ambas partes, incluidas las especificidades del servicio, la calidad y la protección de la información.
3. Monitoreo y comunicación constantes
Establece canales de comunicación abiertos y fluidos con el proveedor, así como un sistema de monitoreo y seguimiento que permita identificar y solucionar problemas rápidamente.
4. Capacitación y desarrollo
Una de las mejores estrategias será invertir en la formación y actualización del personal involucrado en la GPV externalizada, tanto en la empresa como en el proveedor. Solo así garantizarás que se mantengan los estándares de calidad y eficiencia deseados.
Ventajas de una externalización exitosa
Si consigues disminuir los riesgos de la externalización, la externalización de tu GPV puede ser una estrategia que sin duda impulsará tu negocio. Podrás disfrutar de ventajas como:
- Reducción de costes: Uno de los beneficios más importantes de externalizar la GPV es la reducción de costes. Al contratar a un proveedor externo, evitarás gastos de contratación y formación de personal, así como los costes de infraestructura y tecnología.
- Mayor eficiencia: Un proveedor especializado en GPV puede ofrecer procesos más eficientes y mejorar el rendimiento de las ventas.
- Flexibilidad y escalabilidad: Un proveedor externo de GPV está siempre preparado para adaptarse a las necesidades de tu negocio, así como a los cambios en el mercado.
- Acceso a expertos y recursos especializados: Al externalizar la GPV, las empresas pueden aprovechar la experiencia y el conocimiento de profesionales especializados en el campo.
Reduce los riesgos y saca todo el partido a la GPV
Como ves, externalizar la GPV puede ser una estrategia más que efectiva para mejorar la eficiencia y reducir los costes de una empresa, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias para mitigar los riesgos asociados. Solo tendrás que seleccionar cuidadosamente el proveedor, establecer acuerdos claros, mantener una comunicación constante y capacitar al personal, y podrás maximizar los beneficios de la externalización y garantizar una colaboración exitosa con su proveedor de GPV.
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