¿Quieres que el lineal en el punto de venta se vea mucho más lleno de tu producto y más ordenado? Gracias a la técnica del facing, puedes conseguir estos resultados. Tener bien definido el facing en el retail es crucial. Ordenar los productos en los estantes sin seguir ningún tipo de criterio es un error, ya que al colocar los productos al azar no se generará ningún beneficio.
¿Qué es el facing?
El facing se define como el número de caras de un mismo producto necesarias para que éste sea visualizado por el comprador. Es una estrategia de marketing cuyo objetivo es dar visibilidad al producto dentro del establecimiento.
Factores que influyen en la obtención de un facing óptimo
Para conseguir un facing efectivo, es importante considerar varios factores:
- La rapidez de circulación de los consumidores
- La medida del envase del producto
- Las características del establecimiento
- El número de unidades de compra por cliente
- El día de mayor venta en la semana
El facing es un método mediante el cual se coordina la posición de los artículos en los lineales. Es la forma en que se administran el «número de caras» de un artículo que se expone.
Presentación de los productos en el lineal
Antes de realizar la presentación de los productos en el lineal, es fundamental conocer los diferentes niveles lineales que existen:
Niveles de los lineales
- Nivel superior: Los productos situados aquí se venden poco y se utilizan con frecuencia para productos de venta muy selectiva, como artículos de primera calidad o especializados.
- Nivel de los ojos y de las manos: Son dos lugares preferentes de implantación. Los productos a nivel de los ojos llaman más la atención y los que están a la altura de las manos están más al alcance del cliente, lo que facilita su venta.
- Nivel del suelo: Es un lugar poco accesible y la mercancía expuesta a esta altura tendrá menos facilidades de venta, excepto algunos productos específicos como juguetes, que se ven favorecidos por esta ubicación debido a su público infantil.
Elección de los niveles en el lineal
Una vez claro el nivel donde se va a ubicar una familia de productos, se procede a
realizar un reparto del lineal, concediendo un espacio a cada producto. Este reparto
puede realizarse siguiendo varios criterios:
- Rotación del producto: Cuanta más rotación, más espacio en el lineal.
- Ventas por artículo: Los productos que más se venden tendrán más espacio.
- Beneficio aportado por producto: Se reparte el espacio según el beneficio que cada producto aporta al establecimiento.
Modos de presentación de productos
Para los productos que componen una misma familia y tienen características similares,
se pueden presentar de diversas maneras:
- Exposición horizontal:
- Colocación paralela en los distintos niveles de la góndola.
- Ventajas: Atrae la atención, fácil de instalar, rápida reposición.
- Exposición vertical:
- Familias de productos situadas de arriba a abajo.
- Ventajas: Rápida visualización, definición de familias, elección de varios tipos de artículos.
- Exposición mixta:
- Combinación de exhibición horizontal y vertical.
- Ventajas: Rompe la regularidad del recorrido, más entretenida, mayores beneficios.
- Exposición en red:
- Productos más demandados en los extremos de las góndolas.
- Ventajas: Atrae la atención a zonas menos visualizadas.
- Exposición complementaria:
- Productos complementarios colocados juntos.
- Ventajas: Estimula la compra conjunta, fácil adquisición para el cliente.
Conclusión
Para realizar una correcta gestión del facing en el retail, es esencial comprender su significado y las estrategias a seguir para obtener resultados positivos. Implementando estas técnicas de manera efectiva, se mejora la visibilidad del producto y se optimiza la experiencia de compra del cliente.
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